
La importancia de mantener una microbiota saludable en nuestro organismo
Los estudios acerca de nuestra microbiota intestinal son relativamente recientes, (faltando mucho aún por investigar), pero hasta ahora, se ha descubierto que tiene una gran incidencia en la salud de nuestro organismo. Te invito a conocer un poquito más.
Desde cuando era pequeña, a las bacterias las relacioné con algo negativo y peligroso. Por lo cual, siempre estaba constantemente desinfectando, limpiando y maldiciendo a las bacterias porque nos enferman. Ahora mi visión ha cambiado.
Antes de empezar te dejaré unas definiciones que usaremos en ésta entrada, y así poder entenderla mejor.
Microbiota: Es el conjunto de microorganismos que conviven simbióticamente con el nuestro, es decir, especies diferentes que se benefician mutuamente en su desarrollo vital.
Microbioma: Es el conjunto de genes de éstos microorganismos.
Prebiótico: Son sustancias que no son digeridas por el organismo, sino que sirven de alimento para grupos específicos de bacterias que están en el intestino. A los prebióticos los podemos encontrar en alimentos de origen vegetal y en la leche materna. Por ejemplo, principales fuentes de prebióticos son: el ajo, la cebolla, las alcachofas, plátanos y otras frutas, los cereales y frutos secos.
Probiótico: Que contiene bacterias vivas que contribuyen al equilibrio de la microbiota intestinal y potencian el sistema inmunológico. Por ejemplo: chucrut, kéfir, té de kombucha, kimchi, el yogur, entre muchos más que existen.
Es verdad que hay bacterias que producen enfermedades, pero también he aprendido que viven en nosotros, y que tienen una gran tarea: por sobretodo, mantenernos sanos. Pero eso depende de los hábitos que tengamos, mientras más saludable y equilibrado comamos, mejor será la calidad de nuestra microbiota.
Pero antes de todo, debemos saber qué es el microbioma
¿Qué es el microbioma humano?
En nuestro cuerpo existen billones de bacterias y otros microorganismos que habitan la piel, las zonas genitales, la boca y, sobre todo, los intestinos. Las células bacterianas contienen una comunidad mixta de microorganismos y de genes, a la cual, en su conjunto, se le denomina microbioma. La cual no es una amenaza, sino que nos ofrece una ayuda vital en los procesos biológicos básicos: como la digestión, el crecimiento y la inmunidad.
Para nuestra sorpresa, estas células bacterianas superan a las células humanas 10 veces (10 a 1), y su origen puede ser muy distinto entre unas y otras. Esto resulta de investigaciones relativamente recientes, y que aún no se ha podido determinar el origen de todas.
Las investigaciones sobre la naturaleza del microbioma humano han determinado, por ejemplo, que no existen dos personas con la misma composición microbiana, ni siquiera, los gemelos idénticos.
Desgraciadamente, la ingesta indiscriminada de antibióticos (entre otros productos), ha causado la destrucción involuntaria de los microbios beneficiosos, así llevando a un aumento de los trastornos autoinmunitarios y de la obesidad.
Influencia de la microbioma en nuestro organismo
Leyendo e investigando, he podido aprender que todo lo relacionado con nuestra salud, tanto a nivel emocional como a nivel físico, puede depender del estado de nuestra microbiota.
Según David Perlmutter, en su libro “Alimenta tu cerebro” (el cual les recomiendo leer), dice que no hay ningún otro sistema en el cuerpo que sea más sensible a los cambios de la microbiota intestinal que el sistema nervioso central, en particular el cerebro. Me causó gran sorpresa conectar a estos microorganismos con nuestro cerebro. Es por esto que el doctor relaciona ciertas enfermedades como el Alzehimer, con el estado de la microbiota del individuo.
¿Podemos cambiar o modificar nuestra microbiota?
Todo ser humano se desarrolla en un ambiente estéril, el útero. Pero cuando pasamos por el tracto vaginal al momento de nacer, vamos adquiriendo los microorganismos de la madre (por eso lo más recomendado son los partos naturales). Y una vez afuera, vamos enriqueciendo nuestra microbiota con todo lo existe en el exterior.
Según estudios, los primeros 3 años de vida son cruciales en la formación de ésta, y será la que nos acompañará durante toda la vida. Pero si no tenemos una microbiota muy sana, ni muy variada, podemos ir mejorándola con los hábitos alimenticios adecuados.
La forma en que la mejoraremos será alimentándonos de manera saludable e incluyendo alimentos que contengan prebióticos y alimentos fermentados, los que serían, los famosos probióticos.
Adicional a incluir prebióticos y probiótios, debemos saber que existen 3 fuerzas que dañan nuestro microbioma intestinal, y que debemos evitar:
- Azúcar, gluten, cloro, antibióticos;
- Falta de nutrientes que alimentan la microbiota;
- El estrés.
Nuestra microbiota intestinal la podemos mejorar incluyendo alimentos fermentados de manera regular. Es por eso, que debemos saber elegir cuáles serían los más adecuados, los que podamos conseguir, y en qué cantidades consumir.
Que alimentos fermentados he estado incluyendo en mi dieta
Hasta ahora los alimentos fermentados que he estado consumiendo de manera regular, han sido, el té de kombucha, el chucrut, pan de masa madre y yogur probiótico.
Lo primero que probé fue el té de kombucha, el cual es una bebida fermentada de ligero sabor ácido, que se prepara con té endulzado y se fermenta con scoby (una simbiosis de levaduras y bacterias). Al inicio, sin tener mucho conocimiento y querer lanzarme a mejorar mi microbiota y probar, me lo tomaba como cualquier bebida, y prácticamente la botella entera en el día (una botella como de 1,5 lt). Luego de tomarlo, me venían unos pequeños retorcijones que resultaban de la ingesta un poquito excesiva. A los días supe que, con tomar un vaso de ésta bebida de manera diaria, era más que suficiente.
Después probé con el chucrut. El cual es una preparación que no es difícil de hacer, no requiere de muchos ingredientes ni de mucho tiempo. Es lo que he estado consumiendo con mayor regularidad.
Por acá te dejaré un video (sin sonido por si acaso) y una pequeña explicación, para que te atrevas a prepararlo.
El Chucrut es simple de hacer, por acá te dejo los pasos a seguir:
1 repollo (col); lavar bien las hojitas; picarlas, como cuando se hace ensalada; las dejas en un bol y le echas 1 cucharita de sal, vas masajeando las hojas; esto va hacer que vaya soltando su propio jugo, y se va a ir ablandando; luego lo colocas en un frasco hermético (debe quedar bien apretado), que su líquido tape el repollo. Luego lo dejas en un lugar fresco y oscuro, mínimo 15 días fermentado, para luego consumir.
Como siempre he destacado, cada organismo es distinto, por lo que, si nunca has probado productos fermentados, ve consumiendo de a poco.
Si eres nueva o nuevo por aquí, te dejaré la entrada donde explico cómo inicié con el cambio de hábitos saludables y qué alimentos he estado incluyendo. Inicio hacia una alimentación saludable
Te dejaré una página para que visites, y así, profundices aún más acerca de éste interesante tema. https://www.gutmicrobiotaforhealth.com
Si crees que alguien debe conocer un poquito más acerca de la microbiota, te invito a que lo compartas, te lo agradecería mucho.
Comentarios
Muy interesante
Gracias!
Muy buena información
Hola, muchas gracias!
Gracias por tu aporte!!!
Gracias a ti por pasar a leer! 🙂